¡Hagamos ruido contra el ruido!


En 1966, en Nueva York un grupo de personas con impedimentos auditivos se propuso advertir a la población de los problemas que causa la exposición al ruido, e instauró el Día internacional de la lucha contra el ruido. Desde entonces, el último miércoles de abril países en todo el mundo se unen a esta conmemoración a fin de promover el cuidado del ambiente sonoro, la salud auditiva y crear conciencia sobre los peligros del ruido.

SR3A3609En este marco, la UAM-A, la Delegación Azcapotzalco y el Laboratorio de Análisis y Diseño Acústico de la División de Ciencias y Artes para el Diseño de esta Unidad, se sumaron a las actividades del Día Internacional Contra el Ruido, en la Casa de Cultura de Azcapotzalco.

Durante la jornada denominada ¡Hagamos ruido contra el ruido!, coordinada por el Doctor Fausto Rodríguez Manzo, más de 200 niños de escuelas aledañas y público en general, escucharon conferencias sobre los efectos nocivos del ruido. Además, participaron en los talleres lúdicos como el de la Lotería de los sonidos, con las mismas reglas del tradicional juego pero, en lugar de cantar los conocidos personajes como ¡el catrín!, ¡la chalupa! o ¡la sandía!, los niños identificaban los sonidos SR3A3613típicos de la Ciudad de México como el del camión de los “colchooones vieeejos que vendan”, el zumbido de un mosquito o el del silbato del señor que vende globos, asociándolos con las ilustraciones de los cartones. Asimismo, entre muchas otras actividades, los asistentes participaron en el taller Un increíble y silencioso lugar, que consistió en crear un mural colectivo sobre la ciudad ideal —con dibujos recortados y pegados—, formada por autos eléctricos voladores, bicicletas, árboles, panaderías, dulcerías, parques, pájaros y animales silvestres.

SR3A3638De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), el ideal sonoro sería percibir sonidos de 55 decibeles (dB), algo parecido al canto de unos pájaros a una distancia de dos metros y, en la noche, lo recomendable para lograr el descanso sería percibir sonidos menores a los 30 dB, semejantes al susurro de la voz, aseguró Rodríguez Manzo.

SR3A3642El investigador de la acústica aseguró que escuchar sonidos a volumen alto puede afectar el funcionamiento del sistema nervioso, de las funciones gástricas y hasta producir infartos. En el caso de mujeres embarazadas provoca complicaciones en la formación del bebé, que podría nacer con problemas auditivos. La exposición a ruidos fuertes, por encima de 80 a 110 dB —como el de una perforadora eléctrica—, puede ocasionar la pérdida definitiva de la audición, y si la exposición es durante un tiempo corto, da lugar a una sordera temporal.

SR3A3646En los países europeos, desde 2012 es obligatorio realizar mapas de ruido y promover acciones para mitigar sus estragos en la población. “En México aún falta mucho por hacer sobre el tema. No hay conciencia de los riesgos y por tanto no hay disposiciones que protejan a la población de las repercusiones del ruido en la salud. Esta contaminación puede ser igual o más dañina que la del aire, porque todo el tiempo estamos expuestos a ella, sin ninguna protección”, aseguró el investigador de la UAM-A.

ISELA GUERRERO OSORIO

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