POR IVETTE GABRIELA LOZANO FLORES
“Debemos fortalecer con mayor ímpetu a nuestra Universidad en el aspecto axiológico, ya que las principales crisis que tenemos son de carácter ético. Esta nueva etapa debe caracterizarse por el avance y la resolución de las diferencias internas, dirección en la que ya se han dado los primeros pasos: la forma en que se cuidó el proceso para la elección del rector por parte de las entidades participantes fue ejemplar”, destacó el doctor Óscar Lozano Carrillo durante su toma de protesta como rector de la Unidad Azcapotzalco de la UAM, por el periodo 2019–2023.
Una extensa congregación se dio cita en la explanada del edificio “w” para ser testigos del compromiso que el académico asumió: “Es una muestra inequívoca de que la comunidad está comprometida con una propuesta de renovación, flexibilidad, inclusión y participación, trabajo y respeto por la Institución, por un proyecto llamado UAM Azcapotzalco y por una visión, la universidad pública”, comentó el nuevo rector.
Destacó también el carácter público, autónomo y laico de la institución, lo cual la convierte en un medio de movilidad social, un mecanismo de mayor alcance en la atención y solución de los problemas sociales, políticos, culturales y ambientales que constituyen los principales desafíos de la humanidad.
El cambio climático, la inequidad, la pobreza, la alta concentración de la riqueza, la violencia, la migración, la desintegración familiar y las adicciones, son los principales males que ponen en riesgo a la civilización, y es a través de la ciencia, la tecnología, las artes y las humanidades donde la universidad pública construye progreso; ello se traduce en mejores condiciones para la sociedad. La UAM, dijo, como una de las universidades más importantes —con reconocimiento a nivel mundial—, debe refrendar día a día su compromiso y vigencia en tales tareas, pero “los retos siguen siendo mayúsculos y el tiempo se agota”.
En cuanto a su plan de acción, Lozano Carrillo destacó que presentó ante la Junta Directiva una propuesta de regularización de las jefaturas de Departamento, siempre respetando el marco normativo, para atender los procesos subsecuentes. En lo inmediato, se implementará el rediseño del Plan de Desarrollo de la Unidad en armonía con el institucional, así como de las demás herramientas estratégicas para la operación del proyecto académico, siendo una prioridad el orden colegiado puesto que “representa la mejor característica de nuestro modelo horizontal, matricial, descentralizado y de competencias expresas para cada entidad”.
Fortalecer el plan académico con propuestas ordenadas en conformidad con la política educativa nacional, buscando contender con las necesidades de la educación superior, es un “tema en el cual la Unidad Azcapotzalco debe contribuir de inmediato”; dicha tarea requiere de mejoras en la operación interna, como en la eficiencia terminal, la retención y el aprovechamiento en conjunto con las Divisiones.
El humanismo, la cultura, las artes y el deporte ocuparán un rango estratégico en la formación universitaria: “En estas áreas, la educación superior presenta una deuda histórica puesto que su principal preocupación siempre fue la reproducción material dejando la formación de valores en un segundo plano, en su mayoría, con iniciativas aisladas, individuales y emergentes”.
Los programas Vamos a la UAM, Multidisciplinario de Diseño y Artesanías (ProMDyA); la Coordinación del Centro de Estudios de Lenguas Extranjeras (CELEX), el LibroFest Metropolitano, el Programa Sierra Nevada y más, así como conciertos y eventos organizados por alumnos y los equipos deportivos, “son ejemplos del impacto que pueden generar estas iniciativas en el ámbito axiológico”.
Es fundamental, recalcó, continuar con la labor científica y tecnológica mediante programas interinstitucionales donde se aprovechan las redes académicas con proyectos de atención a problemas, en las cuales, áreas, grupos y colectivos de investigación tienen experiencia en temas como la violencia, el agua, la energía, el ordenamiento urbano, la economía solidaria y los observatorios, entre otros, y deben ser procesados a manera de foros o figuras innovadoras de participación, en donde, además, se dé especial atención a la equidad, la inclusión y la sustentabilidad, “éstas deben integrarse como programas transversales que permeen todas las actividades dentro de la Unidad”.
Lozano Carrillo nombró a la doctora María de Lourdes Delgado Núñez, actual directora de la División de Ciencias Básicas e Ingeniería (CBI), como secretaria de Unidad a partir del mes de noviembre; ella “aportará su experiencia, conocimiento, capacidad y sensibilidad, lo que ayudará a mejorar la confianza de la comunidad en la gestión”. La doctora María Beatriz García Castro es ya la responsable de la Coordinación General de Desarrollo Académico y, “bajo su conducción habremos de fortalecer las actividades académicas de nuestra Unidad”; los doctores Luis Noreña Franco y Abelardo Marina Flores también formarán parte de su equipo, “cuyas participaciones contribuirán a proyectar hacia delante a la sociedad”. Asimismo, reconoció el trabajo realizado por la maestra Verónica Arroyo Pedroza, puesto que “su participación en este periodo fue difícil pero fundamental y relevante para mantener a la UAM-A funcionando de manera adecuada”.
En su momento, el doctor Ricardo Antonio Tena Núñez, presidente en turno de la Junta Directiva, recordó que hace 45 años se generó el modelo UAM: un aporte a la educación superior pública en México, con una forma de autonomía basada en un sistema educativo cuyos contenidos y formas de encarar los procesos de enseñanza-aprendizaje resultaron altamente pertinentes e innovadores de la estructura académica y de gobierno; su organización en Divisiones —donde se agrupan áreas de conocimiento compatibles y dispuestas en Departamentos— logra formar en cada unidad académica un conjunto universitario singular, con aspectos democráticos de participación en los órganos colegiados. “Esta visión de la UAM estuvo internalizada en los perfiles y propuestas de los aspirantes a la Rectoría, con la perspectiva que cada uno le asigna a su percepción de la problemática contemporánea”, enfatizó.
Se asumieron, dijo, las características de las nuevas generaciones de estudiantes, trabajadores, docentes y administrativos; incluyeron aspectos fundamentales relacionados con la perspectiva de género, la sustentabilidad y la interdisciplina —entre otros planes—, tarea prioritaria e ineludible para la Universidad del Siglo XXI. De esta manera, “la elección del rector no fue una tarea fácil para la junta directiva y debemos reconocer el peso que tienen los procesos de auscultación libre, abierta y confidencial”.
Al inicio de la ceremonia, la maestra Verónica Arroyo Pedroza —quien se desempeñó como rectora en funciones por más de un año—, puntualizó los logros y retos alcanzados durante su gestión, en temáticas como la vinculación estratégica con el sector público, privado y social; la mejora de los servicios universitarios, la preservación y difusión de la cultura, la educación a distancia, la atención a cuestiones de género y diversidad, el mantenimiento y la actualización de la infraestructura y más.
Se resolvieron problemáticas como la acumulación de bienes de resguardo a 45 años de la Unidad, la concentración de convenios entre los distintos actores internos y externos que impedía el libre tránsito de la resolución de los mismos, “por ello se trabajó en el diseño del Sistema de Gestión de Convenios y Contratos, por lo que, durante mi administración se firmaron 26 convenios, el doble del año pasado”, reportó.
Arroyo Pedroza mencionó también la intención de dar una mejor atención al crear la Oficina de Contacto y Atención a Estudiantes, cuyo objetivo es mantener comunicación y orientación constante con los alumnos de todo nivel; asimismo, la Oficina de Atención y Seguimiento a Egresados vuelve a funcionar. Ante la necesidad de reencontrar a los exalumnos, se pensó en un mejor servicio de correo electrónico que facilitara las tareas de todos los miembros de la comunidad, entre muchos otros aspectos.
En el presídium estuvieron el doctor Eduardo Peñalosa Castro, rector general de la UAM, y los doctores Sylvie Jeanne Turpin Marion, Pedro Moctezuma Barragán y Juan Ignacio Del Cueto Ruiz-Funes, todos miembros de la Junta Directiva de la UAM.
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Fotógrafo: Jorge Darío Perea Juárez